domingo, 26 de octubre de 2014

¿Truco o Trato?

Ardid o trampa que se utiliza para el logro de un fin.

Esta es la definición que tiene la Real Academia de la Lengua para la palabra "truco". ¿No notas una connotación negativa? Yo entiendo como truco una artimaña de engaño para conseguir algo.
¿No crees?


Por mucho que Maquiavelo dijese que el fin justifica los medios yo creo que no es necesario engañar a nadie para conseguir algo.
No me gusta la palabra truco, y menos cuando hablamos de magia.
Si tienes la suerte o la desgracia de conocerme (espero que mejor la suerte) sabrás varias cosas sobre mi, como por ejemplo que soy mago y me encanta este arte. Pero si te has fijado un poco más cuando he hecho magia delante tuya habrás observado que yo jamás digo "voy a hacer un truco de magia." Es que ni si quiera me sale escribiéndolo, de hecho, me acabo de equivocar y he tenido que borrar. Los fallos del directo, ¿no?
Yo no utilizo nunca la expresión "truco de magia". Siempre uso un sinónimo. Hay muchos: juego, efecto, demostración, etc.
Mi palabra favorita en este ámbito es "juego", aunque aquí ya estamos metiéndonos en terreno de lingüística y gustos, pero voy a explicarte por qué.
Juego: Acción y efecto de jugar.
Jugar: Hacer algo con alegría y con el solo fin de entretenerse o divertirse.
¿Entiendes ahora por qué yo hago juegos de magia y no trucos de magia? Yo no pretendo engañar a nadie. Mi objetivo no es quedarme contigo o manipularte. Yo no pretendo embaucartr ni mentirte. Todo lo contrario.
Mi objetivo es hacerte pasar un rato agradable, divertido y alegre sólo con el fin de entretenerte. Un juego es algo inocente que te hace olvidar los problemas. Que por un rato deje de llegarte información de la crisis, el Ibex, los desahucios, el ébola, la corrupción, la independencia...
Todos son problemas que existen, que son reales, pero necesitas desconectar. Hacer "clic". Olvidarte un poco del mundo. Esa es la función de un artista.
Si no estas seguro de lo que es un artista entra aquí y Elio González te lo va a explicar perfectamente.
De las cosas más bonitas que le pueden decir a un mago es "me has hecho olvidarme de todos los problemas, gracias". ¿Los problemas siguen estando ahí? Claro que sí, pero después de estar alegre, entretenido y haber pasado un buen rato los ves desde otro punto de vista.
¿Sabes por qué los niños son tan felices? Porque juegan. Dicen tonterías entre ellos y se ríen.
A ti te dicen en la cara "apurutúsú" y te sacan la lengua y piensas "este tío es tonto", mientras que el niño se ríe a carcajadas y se lo toma como un juego. Jugar es bueno, tanto para los adultos como para los niños. Es algo necesario. Necesitamos alegría, diversión, efusividad... Necesitamos volver a ser niños por un tiempo.
¿Recuerdas que Peter Pan no quería crecer? ¡Es lógico! Ser adulto conlleva muchos problemas, pero no se puede ser niño toda la vida. Un mago hace eso. Crea un mundo de fantasía y ficción al cual te invita a entrar y compartir con él. A creer que Copperfield puede volar, a que Criss Angel o Dynamo pueden andar sobre el agua. A querer creer en algo que se sale de lo común. Es una especie de trato o pacto no verbal que creas con el mago y estipula una cláusula que dice "hazme disfrutar de este nuevo mundo".
Cuando yo veo magia muchas veces la gente me pregunta "tú sabes cómo lo ha hecho, ¿no?" Y yo no sé qué responder. Porque yo no estoy buscando el truco ni intentando pillarlo. No. Yo estoy participando en el juego del mago en el que todo es posible. Estoy disfrutando de verdad. Estoy siendo un niño, con esa inocencia de un niño que dice "¡Hala, que guay!".
Si haces trucos no eres mago. Si eres mago no haces trucos.
Entiendes el por qué del nombre de este blog, ¿verdad? El que realmente tiene magia no necesita trucos.
Disfruta, juega y sé feliz

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