Cuatro monedas que el ilusionista tiene el su mano van atravesando el tablero de una mesa de mantel azul y caen en un vaso.
Las monedas van pasando de una en una lo que resulta mucho más complicado que si pasan todas de una vez.
Tres golpecitos y ¡clink! moneda al vaso
La chica que ayuda al mago le da la orden de por qué lugar han de pasar las monedas hacia el vaso.
Es un juego de escenario, que requiere gran práctica y concentración.
Esta rutina tiene un efecto sorprendente sobre los espectadores. Yo mismo lo he utilizado en varias ocasiones.
Hablando con otros magos he aprendido que este juego también se llama "Monedas Canguro" porque se empezó a realizar con monedas australianas, que eran más grandes y la rutina era más limpia.
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