Este video nos muestra una pelea con clase. Está sacado de la película "Ahora me ves", la cual recomiendo a todo el mundo. Nos acerca un poco a más a la magia en estos tiempos lejos del mago con capa que saca un conejo de la chistera.
Aprovechando la película voy a hablarte un poco de la violencia y de lo que consigue.
Vivimos en un mundo lleno de violencia, agresividad y daño.
Vivimos en un mundo lleno de hostilidad.
La palabra hostilidad proviene del latín hostis-hostis, que significa enemigo, por lo tanto vivimos en un mundo lleno de enemigos. De enemigos que nos creamos día a día.
Vivimos en un mundo en el que encendemos el televisor y vemos que un país está invadiendo a otro. Donde hay guerras día a día porque cada uno busca conseguir sus propios intereses. Sé que no a todo el mundo le pasa, pero para los que estudiamos historia del mundo contemporáneo "la guerra de Crimea" nos suena a 1853 cuando hubo una gran batalla entre el Imperio Ruso y el Imperio Otomano. Si profundizamos un poco más en la historia, nos encontramos con que los motivos de esa guerra fueron económicos y geopolíticos. ¡Exactamente igual que ahora!
Cuando leí que se está desarrollando otra guerra similar un siglo y medio después lo único que he podido pensar ha sido "esta gente no ha aprendido de la primera vez".
Vivimos en un mundo donde te equivocas lo más mínimo y en vez de ayudarte te insultan. ¿Qué se consigue con eso? ¿Hundir a la persona que ha cometido el error para que nunca lo haga bien? Porque un insulto de una persona hacia otra un día no hace nada; dos insultos de dos personas hacia la misma dos días no hacen nada; tres personas insultando a otra no hacen nada, pero cuando se convierte en una rutina la persona que ha cometido el error está totalmente hundida, machacada.
Vivimos en un mundo donde alguien fracasa en algo y en vez de ayudarlo se ríen de él. ¡Para hundirlo más!
Esto que yo estoy diciendo no es nada raro, ¿verdad? ¿Acaso no ves tú también esto todos los días en el colegio, en el instituto o en el trabajo? Creo que no me equivoco si afirmo que tú (sí, tú. Quién está leyendo) también ves todos los días algún tipo de violencia.
Vivimos en un mundo que está mal. Estamos acostumbrados a ver guerras, agresivones, violencia (verbal y física) como algo natural o normal. Posiblemente sea lo normal porque lo hace mucha gente, pero no debería serlo. Esto no lo estoy diciendo yo como una idea innovadora. ¿Quién soy yo para decir nada? ¿Un friki que tiene in blog? No, yo no soy nadie para decir esto, pero ya lo dijo David Hume en su momento con su falacia naturalista: "Del ser no se puede inferir el deber ser". Que las cosas sean así no quiere decir que deban de ser así.
Cuando yo era pequeño, Rosario, una antigua profesora mía, siempre nos reñía cuando nos peleábamos en el patio del colegio. Las típicas peleas de los niños chicos por un juguete.
Nosotros, salíamos con la excusa de "No es mi culpa. Ha empezado él". Creo que todos hemos dicho alguna vez esa frase. Rosario nos decía que dos no pelean si uno no quiere, y tenía toda la razón del mundo. Pero claro, a un niño de cinco años le dices que si el otro te pega no le pegues tú y no lo entiende. De hecho, muchos adultos "maduros" siguen sin entenderlo. Para eso Rosario también tenía otra frase maestra que yo no he entendido hasta hace poco. "La violencia solo genera más violencia".
De nuevo mi profesora tenía mucha razón. ¿Qué conseguimos cuándo insultamos a una persona? Que nos insulten a nosotros. Nada más. Y eso nos va a volver otra vez a nosotros, es una acción recíproca. Yo te insulto, tú me insultas y como me has insultado yo te vuelvo a insultar... Y así sucesivamente. Creo que esto no nos lleva a nada. Es perder el tiempo.
Si quieres molestar a una persona tienes que hacerlo con clase. Si te vales del insulto común es porque tu ingenio no llega más allá de un vulgar insulto y eso proclama vencedor a tu rival.
Con todo esto quiero decir que si te llamas Álvaro y hay una discusión en la que ganes te podamos acabar llamando Don Álvaro porque te lo has ganado. Esto quiere decir que sí no te gusta lo que dice otra persona lo discutas y lo debatas, pero si se te cruzan los cables y le pegas un puñetazo ya has perdido esa batalla. Esto quiere decir que, como decía mi profesora Rosario: la violencia sólo genera más violencia.
Vivimos en un mundo, pero por culpa de la violencia nos lo estamos cargando.
Te voy a dar un consejo. A ti y a todos los que me estén leyendo ahora mismo. Si quieres discutir, discute. Si quieres pelear, pelea. Pero hazlo con clase y no pierdas la batalla por usar una pistola o el puño.
"El mal puede ser extremo, pero sólo el bien puede ser radical" Hannah Arendt
Recuerda que el arma más poderosa que tienes es tu cerebro.
"El mal puede ser extremo, pero sólo el bien puede ser radical" Hannah Arendt
Recuerda que el arma más poderosa que tienes es tu cerebro.
Úsalo bien.
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