martes, 19 de agosto de 2014

El profesor

Ahora que espero que estés de vacaciones y me puedas leer tranquilo y relajado quiero hablarte de una figura muy importante en la vida de las personas: el profesor.
Te estarás preguntando "¿por qué me hablas de los profesores ahora que estoy de vacaciones?".

 

Pues bien, te hablo de los profesores en vacaciones porque justamente ahora es cuando te das cuenta de quién ha sido un buen profesor y te acuerdas de él con alegría, de quién ha sido un mal profesor y te ha mandado millones de actividades para amargarte el verano (cuando el verano es para disfrutar, que no se le olvide a nadie) y quién ha sido un profesor que ha pasado por tu vida pero te ha dejado indiferente.

Para muchos el profesor es un señor que se levanta, se pone junto a la pizarra y te suelta un rollo para que luego en tu casa te lo estudies. Yo creo que eso no es un profesor. Eso es una persona que da clases, pero es muy distinto dar clases a ser profesor.
El profesor ha de anteponer la FORMACIÓN a la INFORMACIÓN. Esto quiere decir que un profesor de verdad tiene que educarte y enseñarte, pero sobre todo tiene que conseguir que seas una mejor persona en el futuro.
Esa es la misión del profesor. Si eres profesor de verdad, tienes la obligación moral de enseñar, educar e instruir. Si lo que quieres es ganar dinero no te metas a profesor. Métete a banquero, a político o roba y di que te ha tocado el dinero en una herencia, pero no seas profesor.

Un profesor de verdad es que te hace una clase amena, divertida. Incluso aunque te esté explicando cómo se expande el castellano por la península ibérica. Un educador es aquel que si no entiendes cómo funcionan las hondas P y las hondas S en el interior de la tierra te lo explica dos veces más en la pizarra, luego se acerca a tu mesa para preguntarte si lo has entendido bien y cuando le dices que no te lo vuelve a explicar de otra forma hasta que lo entiendes.

Un buen profesor es el que si tienes una calculadora diferente a la suya te explica cómo funcionan las dos y no te obliga a comprar la suya e impone su poder como en una dictadura.
Un verdadero maestro es el que hace que aunque no te guste la asignatura disfrutes teniéndolo como profesor. Es el que consigue que las revoluciones del 20,30 y 48 sean entretenidas o que te hace pensar con el darwinismo social en los colonialismos e imperialismos.
Es aquella persona que aunque no sepas hacer una línea recta en dibujo técnico te sigue animando. Eso es ser un buen profesor.

Una persona que da clases es aquella que no te explica lo que no entiendes, que te dice que no preguntes tanto porque le estorbas en la clase, que te dice que lo que no entiendas te lo creas y hagas "un acto de fe"... Una persona que da clases es aquella que te humilla en público para que no vuelvas a molestarle, que se ríe de ti, que intenta que los demás se rían de ti, etc.

Yo a eso no lo llamo pedagogía, lo llamo maldad.
No creo que a este tipo de personas se les pueda llamar "profesor" o "profesora", porque no enseñarte no te enseñan absolutamente nada.

Yo no soy maestro, pero creo que debe ser horrible para un profesor que sus alumnos lo recuerden no sólo como mal profesor, que lo es, sino también como mala persona. Es el peor castigo que pueda tener este tipo de personas.

Un buen profesor es el que sabe transmitirte todos los conocimientos y que si se equivoca en algo está contento de que algún alumno lo corrija para mejorar en un futuro. Un profesor da lo mismo qué asignatura te dé. Si te da biología, física y química, tecnología, informática, ciencias para el mundo contemporáneo o matemáticas. Eso es un buen profesor, el que te dé la asignatura que te dé sepa instruirte como persona. Un maestro de verdad es el que sabe darte una clase magistral que no se te olvida nunca, ya sea de lengua o de francés, el caso es que no se te olvide, o que incluso siendo clase de francés te explique latín, griego, árabe o que todos tenemos un poco de Quijote y Sancho.
Un buen profesor de verdad no sólo sabe darte inglés, sino que sabe hacer de ti una buena persona para el futuro poniéndote "goods examples for your life".
Un verdadero profesor es aquel que te está explicando la tercera declinación en latín e interrumpe la clase para darnos una lección moral, o el que deja de hablarte del Ibex35 y el Dow Jones e intenta solucionar un problema de la clase.

El profesor, en la vida de un alumno es muy importante. Desde preescolar hasta la universidad. Siempre hay un profesor que te marca y que con el tiempo recuerdas con cariño y otros en los que piensas y dices "ojalá no haya torturado a muchos más niños...".
La educación es muy importante. Estamos todo el día quejándonos de la sociedad, que cada vez va a peor. ¿Sabes por qué? Ya lo dijo Pitágoras de Samos: "Enseñad al niño y no será necesario castigar al hombre". Si desde pequeñitos nos inculcan los valores necesarios para ser buenas personas de mayores lo seguiremos siendo, porque así lo aprendimos.
La educación fundamental se da en casa y con los padres, pero la educación también se da en la escuela y es tan importante o más que la que se da en casa.

Es fundamental para una sociedad que haya buenos profesores.
Este enlace contiene 10 películas donde se demuestra qué es ser un buen profesor y la importancia que eso tiene en los alumnos. Entre estas películas están "El club de los poetas muertos", "los chicos del coro" y "la lengua de las mariposas". Para verlo solo tienes que pulsar aquí.

En la magia, como en todo, también hay que tener buenos profesores. Yo recomiendo como libro de iniciación "Cartomagia Fundamental" de Vicente Canuto, un buen profesor. Ya lo veréis.
Aprovecho para comentar que este año por primera vez en el mundo se ha iniciado un título de magia e ilusionismo por una universidad. En unos años podré decir que tengo un amigo mago con título universitario en prestidigitación e ilusionismo.

Ha sido el centro universitario Maria Cristina, en el Escorial, Madrid y esperemos que tenga mucho éxito.


Ojalá todo el mundo lea esto, aunque sé que no mucha gente lo hará, pero me encantaría que lo leyesen los alumnos, para que estén de acuerdo conmigo, los profesores, para que cada uno sepa en qué lugar está e incluso los directores de colegios y universidades para que vean el personal que tienen y que entiendan quién un buen profesor y a quién ni si quiera se le puede llamar profesor.

Espero que leyendo esto te hayas acordado de tus profesores. De los buenos y de los malos. Yo escribiendo también me he acordado mucho de los míos.

 

 

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